La Guerra Civil en Arrancacepas

En cumplimiento a lo reclamado por esa Fiscalía según comunicación hecha 18 de mayo último tengo el honor  de participarle que las personas que han integrado la Corporación municipal desde el 18 de julio de 1936 a 29 de marzo de 1939 son de conducta moral, solamente han pertenecido a las organizaciones en la C.N.T. y U.G.T. después de la citada fecha de 18 de julio con el motivo del temor a los milicianos conquenses y en otras provincias, teniendo en cuenta que no han intervenido en requisos (sic) ni destrozos de la Yglesia ni fue posible detener a las milicias que la destruyeron a excepción del Presidente Plácido Noheda Abad, que por medió en un mal informe a un derechista quiso que le dieren el paseo que así ellos le llamaban, pero afortunadamente nada ocurrió ni hubo víctima alguna. Que se apoderaron del ayuntamiento por medio de la influencia de un tal Pedro Navarro de Cuenca.
Dios guarde a V. S. m. a. 9 de junio de 1942
El Alcalde,
                       Leandro Peral


Sr, Fiscal Instructor Delegado, Causa General de Cuenca

Fecha que se cometió el delito

Meses de agosto y septiembre de 1936

Sucinta relación del hecho delictivo

Destrucción de la Yglesia Parroquial. Denunció a dos individuos para que fueran asesinados sólo por ser derechistas y quiso vengarse aún cuando el año anterior el demandante le dio y le hizo una herida punzante al segundo denunciado

Nombre y domicilio del perjudicado

Sólo la Iglesia.
Julián Perales Cortinas
Maximiliano Corredor Rodríguez, se supone que este murió del susto

Personas sospechosas de participación en el delito

Milicianos desconocidos
Pedro Navarro en Cuenca, pasado por las armas
Plácido Noheda Abad, detenido


Certifican a 1º de noviembre de 1940 que no hubo muertes violentas en el pueblo, el alcalde Leandro Peral y el secretario Velasco.
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Fue alcalde de Arrancacepas y afiliado de la CNT, durante la Guerra Civil, Gaspar de la Rosa Ortega. Sería enrolado al final de la guerra por el bando republicano en la llamada quinta del saco; no llegó a combatir. Contaba que llegado a San Clemente pedía agua, y a falta de ésta, le daban vino. Al acabar la guerra, mantuvo correspondencia con un vecino del pueblo, llamado el Conejo, exiliado en Francia.

ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL, FC- CAUSA GENERAL, 1063, Exp. 3. fols. 46-52. Partido Judicial de Priego, Arrancacepas, 1940-1942