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domingo, 25 de junio de 2023

Alonso Muñoz, Cañaveras

 Alonso Muñoz, vecino de la villa de Cañaveras, no vería reconocida su hidalguía en 1514, aunque los testigos recordaban como Pedro Carrillo de Mendoza, señor de la villa,  tenía en estima a su padre Pedro y quisiera hacer de él hombre exento, también se le escapaba que Pedro Muñoz era hijo de un abad y había entrado al servicio de los Carrillo como escudero durante diez años, su hijo Alonso sería mozo de espuelas. El padre y su hijo Alonso se había establecido en la villa de Cañaveras después de la guerra de Granada, se le había empadronado con los pecheros, aunque por presiones de don Diego, hijo de Pedro Carrillo, estaba exento de pechos. La suerte de Alonso Muñoz cambió cuando Luis Carrillo se convirtió en señor de la villa de Cañaveras y dio licencia al concejo para poner pechos a estos libertados de contribuir.

La genealogía de los Muñoz comenzaba con el abuelo Juan Muñoz (el abad para los testigos) casado con Catalina Muñoz su mujer, seguía con su hijo Pedro casado con Mari Muñoz y acababa con Alonso Muñoz.

Para ese año de 1514 la villa de Cañaveras presentaba una fortaleza a cargo del alcaide Juan de Salazar y era cura de la villa Diego Hernández. Estos amigos de los Muñoz fueron los que defendieron su hidalguía, denunciando que algunos testigos como Gonzalo Gómez era nieto de un judío de Palenzuela y su madre había sido azotada encima de un asno en pena impuesta por los inquisidores por hechicera y su padre tenía fama de "sastrecillo de mala muerte", o Miguel Sánchez de la Ventosa que mantenía sus odios tras ser denunciado a la Inquisición por decir que su buena cosecha de trigo no la debía a Dios sino a su buen hacer con el descanso necesario de barbecho y ser condenado a andar descalzo con un cirio negro. Pero el verdadero odio a los Muñoz, en dardos que iban contra los condes de Priego, y venían de los labradores a los que se oía decir "aguisemos tras estos hidalgos que si quedaren por hidalgos queden del todo perdidos syn bienes ningunos". Uno de esos hombres era Francisco Alcalde, aunque era morador del lugar de Olmedilla de Éliz, era hijo de un labrador de Cañaveras, Luis Hernández Alcalde, y conservaba las propiedades en este pueblo y que había llegado al pequeño lugar de Olmedilla tras morir su primera mujer; contra él poco se podía alegar de falta de limpieza de sangre, pero sí molestaba que hubiera acudido hasta la Chancillería de Granada contra los Muñoz "para limpiar su conciencia". En su empeño, le acompañaban Garci Serrano y otros tres labradores principales.


Testigo: Francisco Alcalde, pechero del lugar de Olmedilla de Éliz, 55 años


Denegación de la hidalguía a Alonso Muñoz, ACHGR, HIDALGUÍA, 304-314-2