cruz

cruz

sábado, 21 de noviembre de 2015

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (1753): diezmos

Catastro de Ensenada, Arrancacepas  (continuación)

15.-  Impuestos y sus titulares

...dijeron que sobre las tierras que ay en el término de esta villa, solo se allan impuestos en ella por carga anual los diezmos así a la campana como los que se causan en tierras de Santa María arca de las limosnas de el señor San Julián y de señor San Antonio Avad todo a la ciudad de Cuenca y asimismo son interesados en parte de dichos diezmos la yglesia de esta villa, cofradía de San Gil, ánimas, el Santísimo, la Caridad y Asumpción, pero no pueden decir que porción de granos u otros frutos le perteneze anualmente, remitente a las tazmías de frutos maiores y menores que se causan en este término y asimismo es carga anual sobre dichas tierras el cumplimiento de anibersarios que ay en esta Yglesia parroquial, como también los réditos de censo que tienen contra sí y de que no pueden dar puntual razón, remitense a las relaciones en las que cada vezino habrá hecho expresión de sus principales, y asimismo se sacan de dichos frutos, la primicia y boto de Santiago, que corresponde en cada un año y por cada un par de mulas de labor tres celemines de trigo, las que han de pagar llegando su cosecha a veinte almudes sean de trigo, cevada, centeno, avena, cañamones y otras semillas, advirtiendo no ha de ser los veinte almudes de cada expecie si no es de todo junto y además pueden decir que en dichos diezmos pertenecientes a la campana de esta parroquial tiene parte en ella la Santa Yglesia Catedral de la ciudad de Cuenca por su refitor el préstamo que goza dom Juan de Aldecoa residente en la villa de Madrid, el cura, caíces, pilas, terzias, reales fábricas de esta Yglesia, y sacristán de ella no pueden decir que porciones les corresponden en cada un año remitense a los repartimientos y tazmías orijinales, y el ymporte de las primicias que de cada fruto llegando a onze almudes se paga esto es privatibo del veneficio curado y asimismo el consistente de de los diezmos menores como es de nabos, cáñamo, cevollas, polla, nuezes, almortas, garbanzos, zermeñas y ziruelas, cercados, alcázeres, y diezmo de ganado regulado por tayna, todo corresponde al pie del altar y le está agregado al sacedote que sirve esta yglesia parroquial, de teniente y por lo que respecta a los diezmos de miel, ceras, enjambres sin embargo de ser anexos al pie altar los perciue dicho cura abonándole su ymporte y por lo que mira a los diezmos del vino y corderos estos se distribuyen conforme lo hazen de los que entran en terzia mayor rediezmando el arzediano de la parte que le toca al préstamo y refitor y el azeite y azafrán se distribuie conforme a práctica y costumbre inmemorial entre el refitor, beneficio curado y rey a cada uno lo que le corresponde y el diezmo de lanas que no es de taynas e privativamente del beneficio curado y el de taynas está agregado al pie de altar remítense  a la distribución, y responden

jueves, 19 de noviembre de 2015

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (1753): árboles y valor de los frutos,

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (continuación)

13.- Productos arbóreos

... dixeron que los árboles frutales si estubiesen puestos en regla, les parece que de ziruelos  ocuparía un almud de tierra veinte pies y estos estando para llevar producirán en cada un año regularmente quatro arrovas de ziruelas y si el árbol fuese zermeño tenía vastante cada almud de tierra con ocho árboles, que por cargar algunos años de fruto les parece podrían producir treinta arrovas de cermeñas y si fueran las cosechas regulares sería más el número y las nogueras que ocupa un almud de tierra en sembradura solo son quatro porque tienen mucha pompa y puestas en cada año siendo cosecha regular producirán dos fanegas de nuezes y el plantío de olivas que se haze en tierras de segunda y tercera calidad si estubiere hecho a rregla se ocupará con veinte y quatro pies y en cosecha regular dan de si cada uno celemín y medio de azeytuna y todos los veinte y quatro pies, seis almudes y fabricados estos producirán una arrova  y cinco libras de azeite y les parece que solo habrá en el término de esa villa como mill y setecientos pies de oliva con corta diferencia y el todo de la cosecha de esta expecie según hazen juizio del mismo plantío son en cada un año cien arrovas poco más o menos y el plantío de viñas si estubiese a cuerda, según en otras poblaciones se acostumbra para cada almud de tierra de puño en sembraduras es necesario trescientas vides y estas estando en la segunda y tercera calidad de tierra donde se halla el plantío que las trescientas vides ocuparan dicho almud de tierra se segunda calidad  y producirá en cada un año tres cargas de uva y cada carga dará de sí tres arrovas de mosto y las viñas que están en tierras de tercera caliad sólo se podrá cojer en las trescientas que ocupa el almud dos cargas de uba y éstas producirán seis arrovas de mosto cada una que hecho computo de los almudes de tierras que ocupa el plantío de viñas en las de segunda calidad que son setenta y tres almudes y ciento y ochenta y quatro en las de terzera calidad, considerando que el todo de la cosecha de vino de esta villa en cada un año es regulada por un quinquenio de seiscientas a setecientas arrovas de vino con corta diferencia y el plantío de árboles ynfructifera que llaman vimbreras, y produzen a sus dueños sin yntermisión, si estuviese hecho a rregla se ocuparía cada celemín de tierra con seis árboles y los vimbres que produzen estas regulan un año con otro en quatro reales y por lo correspondiente del plantío de carrascas huecas que ay en frente de esta población en el Montecillo y las que tiene el monte de Arriva hecho cargo de las que puede ocupar un almud de tierra les parece que las de dicho Montecillo producirán en cada un año diez fanegas y las de el monte de Arriva treinta fanegas de bellota, cuias carrascas y leña que ocupan los expresados montes está prohivida de su corta en conformidad de la real ordenanza de S. M. y así conservados los montes y prohibido entren ganados de cabrío tienen por cierto se proporcionarían para cortarla y reducirla a carbón, pero que su importe quando llegara este caso pueden decir quanto fuese, y responden

14.- Valor de la producción frutícola

... dijeron que los precios a que se venden la fruta que produzen en las tierras de el término de esta villa regulado por un quiquenio es cada fanega de trigo diez y ocho reales, la de zebada nueve reales, el centeno a onze reales, la avena o escuña a quatro reales y medio, cada arrova de cáñamo en rama a veinte reales la arrova de azeyte a veinte y dos reales, la arrova de vino a cinco reales, cada libra de azafrán a quarenta y cinco reales, cada arrova de vinagre a dos reales, la arrova de nauos a real, cada fanega de nuezes a quinze reales,  cada arrova de cermeñas a tres reales, la fanega de bellota a tres reales, el celemín de garvanzos a tres reales, cada fanega de almortas a diez y ocho reales, cada arrova de miel a veinte y dos reales, la libra de zera a ocho reales, que es lo que en este particular pueden dezir, y responden

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Arrancacepas: cuando unos luchan por el derecho a existir y otros ven negada su existencia



Cruz del siglo XIII



Arrancacepas es un pueblo más conocido por su nombre que por la visita del mismo. Algunos quieren ver en su nombre una tierra de buen vino. Pero quienes conocemos el pueblo sabemos que el vino de calidad escasea y más bien creemos que el propio nombre procede de arrancar cepas, pero no de vino, sino de los troncos y raíces de una vegetación de monte bajo para ganar espacio para la agricultura. Arrancacepas era simplemente unas casas, cuando recayó como un bien más en el mayorazgo que de su padre recibió en 1370 Micer Gómez García, VI señor de Albornoz. Dicen que el pueblo surgió en el siglo XII, en los momentos de la Reconquista de la Tierra de Cuenca, como una aldea más del llamado sexmo de Torralba, que configuraba con su poca entidad una parte del extenso alfoz de la ciudad de Cuenca.

Arrancacepas no nos ha legado un patrimonio artístico que sea digno de conservarse. Y lo poco que queda se lo han llevado del pueblo. Su iglesia es una más, aunque el espíritu con el que se levantó es la afirmación del mismo orgullo con el que otros pueblos levantaron las suyas. No hay hidalgos ni el pueblo parece echarlos de menos. Es más, de los que han sido señores del pueblo, Albornoces o Mortaras, no hay memoria alguna, ni siquiera interés por recuperar su recuerdo. Al fin al cabo, la historia del pueblo hubiera sido la misma o quizás un poco mejor. No hay acontecimientos heroicos. Su vida e historia está formada por sucesos triviales, aunque tampoco se envidia la tradición ajena. Y sin embargo, en sus habitantes, de antaño y del presente, hay una arrogancia callada, que les lleva a ver cuanto les rodea con cierto desprecio. No se envidia lo ajeno, pero se valora en demasía lo propio. Los arrancaceperos son poca cosa, pero saben de una verdad última: sin su sacrificio, como el sacrificio de tantos pueblos y vecinos anónimos, no existiría el presente. El presente propio y el ajeno.

Estela funeraria
De su pasado nos queda una cruz románica en cobre dorado del siglo XIII y una estela funeraria de cuya datación no se sabe nada. La imagen del crucificado es la de un Cristo coronado, Rey triunfante sobre el sufrimiento; ejemplo de unos primeros habitantes orgullosos de vencer y ganar la tierra a la naturaleza agreste. Su éxito estuvo a punto de verse truncado. La peste de 1348 casi provocó la desaparición del pueblo, otros sesenta lugares tuvieron menos suerte y se despoblaron, como los vecinos Castillo de Alabaráñez, Olmedilla de Eliz o Fuentesbuenas (1), de donde procede la mitad de la familia del que escribe. Pero el pueblo se libró de las viejas rapiñas feudales y de otras nuevas, como las apetencias del conde de Priego de incorporar su término a Cañaveras, y defendió en el más propenso reinado de los Reyes Católicos su libertad y su naturaleza de pueblo de realengo. En estos conflictos de finales de siglo destacó un vecino llamado Alonso Moreno, que defendió la libertad del pueblo frente a las presiones nobles, y que quiso, como hombre poderoso y rico hacer del vecino pueblo de Castillo de Albaráñez su propio señorío. Hasta allí acudió a levantar con sus familiares un pueblo abandonado, exigir el cierre de sus términos y fin de los aprovechamientos comunales frente  a los arrancacepeños. El uso comunal de los montes de Castillo de Albaráñez sería motivo de conflicto entre los dos pueblos colindantes durante más de cien años hasta que el pleito fue llevado a la Chancillería de Granada en 1626. Con Alonso Moreno, sexmero de la tierra de Cuenca, comienza el esplendor de Arrancacepas como villa de realengo, el renacimiento de la desaparecida aldea fundada por Alvar Fáñez y los consiguientes conflictos entre dos pueblos que luchan por un espacio agrario en disputa, nacido de la roturación de los viejos montes comunales.

El comportamiento demográfico y económico de Arrancacepas está más cercano a otras poblaciones del sur de la provincia de Cuenca que del norte de la provincia o de Castilla la Vieja. El siglo XVI es un siglo dorado para el pueblo que duplica su población, llegando a los cien vecinos. Arrancacepas es un pueblo agricultor, siempre vio con recelo la cañada real que pasaba por el término. El símbolo de Arrancacepas como pueblo agricultor es la ejecutoria de 1554, que le permite roturar los montes; el símbolo de su fracaso es la de 1626, que le niega tal derecho. La crisis demográfica, iniciada en otras poblaciones de España con la decadencia del último cuarto del siglo XVI, en Arrancacepas solo se empieza a vislumbrar tras la crisis de las guerra catalana de 1640, que conducirá a un descenso demográfico pronunciado en la segunda mitad del siglo XVII.

Francisco de Orozco
Marques de Mortara,
I señor de Arrancacepas
Es en los cuarenta cuando los mozos de Arrancacepas toman el camino que les lleva a la guerra de Cataluña; con los jóvenes se van los brazos para cultivar la tierra y con la pérdida de las haciendas propias se pierde también la del Rey. Es la necesidad de una hacienda real ruinosa la que lleva a vender el pueblo. Irónicamente, el comprador de la jurisdicción del pueblo es un general vencedor en Cataluña, Francisco María de Orozco, marqués de Olías y Mortara y virrey de Cataluña. El Rey recupera Cataluña y pierde sus vasallos. Junto a Arrancacepas, otras seis villas pasan a jurisdicción señorial el 15 de diciembre de 1653: Albalate de las Nogueras, Villaconejos del Trabaque, Bolliga, Fuentesbuenas, Castillo de Albaráñez y Villar de Domingo García. Arrancacepas adquiere el título de villa pero a costa de renunciar a su libertad. El pueblo inicia un declinar que se prolongará hasta la extinción biológica de los marqueses de Mortara en 1805. En el setecientos, tal como nos demuestra el catastro de Ensenada de 1753, el pueblo no ha recuperado aún los vecinos de  ciento cincuenta años antes.

Cuevas del Montecillo
En 1753, Arrancacepas es un pueblo de ochenta casas, pero a su lado hay otras cuarenta y dos casas arruinadas. Tiene sus casas de ayuntamiento, hospital de pobres, fragua y horno de pan cocer. Elige sus alcaldes y regidores, pero deben ser confirmados por el marqués de Mortara, que recibe una parte de las penas judiciales y sanciones impuestas más una libra de azafrán, gravamen que debía doler especialmente a sus vecinos. Los arrancacepeños se dedican a la agricultura de secano, al cultivo de cereales, debiendo dejar la tierra en barbecho uno y, lo que es más habitual, dos años. Se han abandonado tierras, en otros tiempos roturadas, entre ellas, las del monte de Arriba: la carrasca ha recuperado su antiguo territorio. Ni siquiera los cortos ganados lanares que poseen los vecinos pueden cubrir los pastos dejados por las tierras incultas, apenas si llegan a mil cabezas. No hay molino harinero ni lagar aceitero, la villa vive subsidiariamente de estos servicios proporcionados por la vecina Cañaveras, que también aporta el médico. Aparte de la dependencia de Cañaveras, la villa trata de ser autárquica. En lo que es una definición de su eterno espacio agrario, junto al trigo, cebada, centeno o avena que dominan los campos, cada familia procura tener su olivar, su viña, su terreno para legumbres y si hay suerte hasta una huerta junto al arroyo del Merdancha o en la Fuentearriba. En las casas se trabaja el cáñamo y el mimbre.

Procesión del patrón: San Gil Abad
Será el siglo XIX, la época dorada de Arrancacepas. Después de la Guerra de la Independencia, superará la increíble cifra de 400 almas. Quizás demasiado vecinos para un escaso término de mil ochocientas hectáreas. Arrancacepas supera las cien casas habitadas, ahora por numerosos miembros, incluso se permite tener un anejo llamado Fonpalillo. Sus casas, cuyos tejados son mayoritariamente de tejas,  se organizan en torno a una plaza y seis calles; el símbolo de una villa orgullosa de sí misma es una escuela pública a la que asisten cuarenta niños; no todos, pues otros muchos están ayudando en el campo a sus padres. Una iglesia, la de San Gil Abad, y tres ermitas, San Roque, la Asunción y la Caridad, do dicen el Castillo, son puntos de encuentro en las festividades y romerías del pueblo. Con cierta tristeza se mira esas otras dos ermitas levantadas en el quinientos y ya arruinadas. Es ahora cuando el paraje del Montecillo comienza a ser horadado por innumerables cuevas en la dura roca rojiza que llaman tosca, donde artesanalmente se fabrica el vino. No se sabe bien si la festividad de San Gil Abad es el final de la cosecha de trigo o el comienzo de la vendimia, pero es en este periodo veraniego marcado por las fiestas de San Pedro y San Pablo, Santiago Apóstol o la Virgen, cuando el pueblo se siente más satisfecho de sí mismo, recogiendo los frutos de su trabajo.




La historia de Arrancacepas es una sucesión de etapas que alternan entre un recogerse sobre sí misma y una apertura a los demás. Siempre en riesgo de caer en la endogamia y siempre abriéndose a los otros. Aquí el mérito no es tener ocho apellidos castellanos, sino que estos ocho apellidos, e incluso los dieciséis no se repitan. Si uno se mira a sí mismo, se siente orgulloso de sus apellidos de rancio castellanismo: Ortega o de la Torre; pero en seguida se da cuenta de la amplia panoplia de esos otros apellidos que le pueden llevar a cualquier otro punto de la geografía nacional e incluso fuera de ella: de la Rosa, Ferrer, Cava, Gallego, Cordente, Triguero o Turín. A pesar de ello en la historia del pueblo hay continuidad de unos apellidos presentes o ya desaparecidos que se podrían reproducir en cualquier otro lugar de la Alcarria: Vindel, Colmenar, Polo, Torres, Lázaro, Castellano, Estirado, Abad, y otros más recientes como Carralero, Izquierdo, Bonilla, Sevilla o Perales, y tantos otros que se quedan en el olvido. Todos ellos nos hablan de un pueblo que ha sabido renovarse y acoger a esquiladores, comerciantes de paso, gallegos que bajaban a segar o simple gente sin oficio ni beneficio que se acogía como criados (mozos se les llamará, que en esta tierra se ve mal la servidumbre) a cambio de la comida, que poco más se les puede ofrecer en estas tierras. Todo ello conforma una manera de ser, resumida en el viejo principio castellano de que nadie es mas que nadie. Principio fundado no cabe duda en la envidia, pero una envidia que no desea lo ajeno sino que tiende a revalorizar ante los demás lo que se posee como propio, por poco que sea.

Cueva de vino
Arrancacepas quiere escapar de su provincianismo y manda a sus hijos a estudiar a la Universidad Central. Allí estudian los hermanos Lázaro Cava: Gregorio escoge los estudios de Filosofía y Letras, Santos, los estudios de las leyes y la política, llegando a ser diputado provincial, concejal de Cuenca y decano de su colegio de abogados. A final pagará en 1936 con su vida en una cuneta, no tanto por su ideología de derechas (difícilmente se puede ser otra cosa en estas tierras) como por haberse labrado a sí mismo un futuro con su esfuerzo y mérito personal. Algo que en estos pueblos siempre se ha hecho, pero en silencio. Pero el ochocientos será un siglo marcado por los azotes de las epidemias, sobre todo, el cólera, que marcará el irregular devenir de la población de la villa. No tenemos datos constatados, pero hemos de suponer que el cólera de 1885 golpeó de forma cruel a la población y que la mortalidad fue extrema. Los 381 vecinos de 1877 se ven reducidos a los 291 de 1900. La población de Arrancacepas iniciará desde comienzos de siglo un lento despegar para consolidarse en una población superior a los trescientos habitantes.

Las crisis de mortalidad sobrevenida todavía golpearon a una población que hasta después de la Guerra Civil se mostraba indefensa a las enfermedades. Valga como muestra el ejemplo de mi familia. En 1929, muere mi abuela Josefa Cava y dos de sus hijas. A la enfermedad, que será mal llamada sarampión, sobreviven en la familia únicamente mi abuelo Gaspar de la Rosa Ortega y mi padre Germán de la Rosa Cava, por entonces un niño de dos años, al que mi abuelo decide sacarlo, desesperadamente, contraviniendo los consejos médicos, a la calle, para respirar aire puro y huyendo de la atmósfera insana y viciada de la enfermedad que se ha apoderado del hogar familiar.

Subida a la Iglesia de San Gil Abad
Los adelantos médicos (léase penicilina) parecen llevar al pueblo a un nuevo auge en la década de los sesenta. El pueblo que ha vivido de espaldas a la Guerra Civil, apenas molestados por alguna visita de la columna del Rosal, más preocupada por destrozar los retablos de la Iglesia, y cuyos vecinos solo se ven reclutados por la República al final de la guerra en la llamada quinta del saco. Las diferencias parecen quedarse dentro del pueblo al final de la guerra y en la retina de los vecinos de Arrancacepas únicamente queda grabado el dolor de los presos republicanos que, forzadamente en batallones de castigo, arreglan la carretera local. Un rapaz de doce años, Germán, ve cómo le descerrajan un tiro a uno de estos presos republicanos. Los años cuarenta se pasan mejor que en otros pueblos y ciudades, pues un pueblo pobre funda su economía en las pequeñas haciendas familiares que les dan lo básico para comer. Pero el franquismo se ve mal en el pueblo, no se entiende que después de que los anarquistas destrozaran la Iglesia, ahora se humille al alcalde del pueblo, obligándole a ir a Cuenca a entregar la cruz románica. Luego vendrá el renacer, en los sesenta se llega a máximos de población. Las familias mandan a sus hijos mayores al seminario de Uclés para darles un futuro mejor. El pueblo parece en paz, en la casa del alcalde, Juan María Carralero, se recibe La Ofensiva, se llama fuera desde el único teléfono existente y se aloja a la pareja de la Guardia Civil, a la que se prefiere ver antes en el pueblo que persiguiendo la caza furtiva por los campos. Pero entonces, llega la catástrofe. El auge agrario del pueblo viene acompañado por la urbanización y desarrollo industrial de España. Un nuevo mundo se abre ante los ojos de unos labradores que ven la única televisión del pueblo en casa de Marino. Las familias abandonan el pueblo en busca de oportunidades en Madrid, Barcelona o el Levante. El pueblo mengua de forma alarmante, la escuela de niños desaparece el año de 1973. Los pocos niños que quedamos en el pueblo (yo era uno de ellos) somos llevados a la Escuela Hogar San Julián de Cuenca. Con los niños, se van las familias que habían decidido aguantar en el pueblo. Entre ellas, mis padres. Arrancacepas se queda sin vida. Los olmos, guardianes de la vieja alma castellana, son abatidos por la grafiosis.

La carrasca
No obstante, unas pocas familias se quedan. En el pueblo la mecanización ya ha aparecido desde finales de los sesenta con algún viejo tractor ruso. Se forma la primera cooperativa agraria. La explotación de la tierra vuelve a ser rentable para las pocas familias que quedan en el pueblo. El girasol sustituye al trigo y su amarillo inunda los campos. La explotación del campo se hace más racional con la concentración agraria. La Junta de Comunidades levanta nuevos espacios públicos. Incluso el pueblo parece revivir con la vuelta en el verano de aquellos emigrantes de los sesenta y sus hijos, que ponen en pie las viejas casas derruidas. Pero el pueblo encara los inicios del nuevo milenio mirándose al espejo de su desaparición: no hay niños ni matrimonios jóvenes para renovar las familias, la agricultores desparecen a falta del relevo de otros jóvenes, en los inviernos quedan las casas abandonadas, el revival del verano no va más allá de las fiestas patronales. Hoy, cuando los pueblos de España reivindican sus hechos diferenciales, cuando nadie quiere saber del otro y de su vecino si no es para manifestar  aquello que le distingue y no lo que de común se tiene, hay una zona de España que no tiene voz para protestar y reivindicar nada, porque ya no hay hombres  ni mujeres, ni siquiera ancianos, pues se fueron anónimamente a contribuir con su esfuerzo a levantar otras tierras, dejando a las suyas hundidas y abandonadas. Decía Ortega y Gasset que Castilla hizo a España y España deshizo a Castilla. Efectivamente así fue, pero no solo en los campos de batalla, también en el duro trabajo de la tierra y de las fábricas. Hoy ese triángulo formado por las comarcas de la Sierra y la Alcarria conquense, junto a sus anejas de Teruel, Guadalajara y Soria,  la llamada Celtiberia, muere. Las carrascas recuperan los viejos espacios antaño roturados para la agricultura, su silueta en el horizonte se venga hoy de aquellos hombres que con sus bueyes y mulas dejaron raso el paisaje de la paramera alcarreña. La vieja carrasca del cerro de la Caridad ya no está sola. El pequeño pueblo de nombre ruidoso, Arrancacepas, que yace a sus pies, salvo en nuestra memoria, ha tiempo que murió.





(1) SANCHEZ BENITO, J. M.: "Términos despoblados en la Tierra de Cuenca" HID, 40, 2013, pp. 327-359





ANEXO I. Evolución histórica de la población


Censo de Pecheros de 1528
  • 55 vecinos
Censo de los obispos de 1587
  • 60 vecinos y una pila (los datos son discordantes con los del censo de millones de cuatro años después)
Censo de millones o de Tomás González de 1591
  • 109 vecinos: 106 pecheros, dos hidalgos y un clérigo
Censo de 1646
  • 100 vecinos
Catastro del Marqués de Ensenada de 1751
  • 72 vecinos
Diccionario de Miñano de 1829
  • 125 vecinos, 480 habitantes
Diccionario de Pascual Madoz de 1850
  • 110 vecinos, 437 habitantes
Censo de 1877
  • 123 vecinos, 381 habitantes
Padrón de 1900 (INE)
  • Presentes: 142 varones y 138 mujeres
  • Ausentes: 8 varones y 3 mujeres
  • Transeúntes: 6 varones y tres mujeres
  • Población de hecho: 289 
  • Población de derecho: 291
Población de 1920
  • Población de hecho: 317 
  • Población de derecho: 307
Población 1940
  • Población de hecho: 289
  • Población de derecho: 302
Población de 2016
  • 28 habitantes
Fuente: INE


Los datos presentados, en lo que concierne a los más antiguos, hay que tomarlos con reservas. Así los datos del llamado censo de Obispos de 1587 hay que verlos con la misma suspicacia como poca colaboración de los prelados a aportar datos fidedignos de sus diócesis. Se debe dudar, asimismo, o al menos tomarlos con reservas, de la veracidad de los datos del censo de 1646.



sábado, 14 de noviembre de 2015

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (1753): medidas, superficies y producción agraria

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (continuación)

9.- Unidades de medidas de tierras

... dijeron que en esta villa no se usa de otra medida para las tierras de su término que es la que denominan de puño y sea para se enajenación, agregación, o partizión , de cuia cauida se haze juizio prudente por las personas nombradas o beedores de el pueblo, regulando cada almud de tierra, a lo que ocupa sembrándola con seis celemines de trigo de los de el porte de Avila, de forma que en la tierra de primera calidad tiene de almud según an experimentado dos mill varas en quadro, y en la de segunda calidad por comprehender mas tierra la simiente de los seis celemines tiene en quadro dos mill y quinientas varas y la tierra de terzera calidad  ocupa cada almud tres mill varas y se siembra con los seis celemines de trigo, de que se compone el almud, y si fuese de cevada por ser la simiente que en esta villa se usa de tardía no sale hecha a cada almud más simiente que seis celemines, pero si fuese temprana, se le hechan nuebe celemines y sembrando la tierra de segunda y terzera calidad de centeno y auena, tiene vastante cada almud de tierra de puño con quatro celemines, pero si fuese de escaña se sembrará con nuebe celemines y reconocido la diversidad que ay en las tierras y separando las que se hallan puestas de azafrán, plantío de viñas y olivas, les parece que en cada un año se sembrarán como mill y seiscientos almudes de trigo, ciento y setenta de cevada, ciento y sesenta de centeno y ciento y veinte de avena, en cuia sementera y número de almudes se yncluien todas las tierras que poseen los eclesiásticos, seculares y regulares y los que tienen los vecinos de esta villa y otros que lo son de diversis, y responden

10.-  Superficies de tierras y calidades

... dixeron que en el término de esta villa se comprehenderán según el reconocimiento que han hecho de él como siete mill y trescientos almudes de tierra de todas calidades en esta forma: de los huertos cercados que siruen para ortaliza treinta y siete almudes de la primera calidad de tierras que se coje el fruto de el cáñamo ochenta y ocho almudes y en estos se incluien la maior parte que se siembra trigo y cevada por la falta de agua así de manantial como lluvia, de la primera calidad de secano que descansa un año para produzir quinientos y diez almudes de segunda calidad de tierra de secano con el mismo hueco para produzir ochocientos sesenta y cinco almudes y de la tercera calidad de tierra de secano mill doscientas y veinte y cinco almudes y en la misma clase de tierra se hallarán como dos mill y quatrocientos almudes que estas no son tan buenos y necesitan para producir dos años de descanso, en cuio número de la segunda y tercera calidad se yncluye el plantío de viñas, olivas y azafranes, que consiste en doscientos y cinquenta y cinco almudes puestos de viña, sesenta y quatro de olibas y treinta y quatro de postura de azafrán y la dehesa de boalax comprehenderá setecientos setenta y cinco almudes el monte de Arriva, la tierra que se halla inculta, quatrocientos treinta y quatro almudes la cañada que está avierta  en este término y linda con el citado monte de Arriva ocupará toda toda (sic) ella trecientos diez y nuebe almudes por tener noventa varas de trauiesa y de largo desde el moxón de la villa de Bolliga hasta el de Alvalate que tiene una legua de largo, y en el distrito del carrascal hueco que dicen el Montecillo, que también es su terreno de vezinos y heredades de esta villa según demuestra su situación y lindes, tendrá de tierra yerma sesenta almudes y el abrevadero y salida que tienen los ganados de esta villa, el uno que está en la fuente de los Villarexos hasta el de la Ruidera tiene veinte almudes y el aguadero de la misma Ruidera nuebe almudes y el de la fuente de la Lágrima hasta dicha Ruidera veinte almudes y la veredilla que entra para el aguadero de los olmos del Caorzo unos veinte almudes con unas cuestas valdías que llegan al Montecillo y desde el agaudero de dicha fuente la Ruidera hasta las erillas treinta almudes de cuestas mui agrias, que todos estos abrevaderos y salidas para los ganados tienen y ocupan nouenta y nuebe almudes y de tierras yncultas que se hallan en todo el término quebradas y pedregosas sin poderse cultivar se han encontrado treszientos diez y ocho almudes, los quarenta en Valdezebriana y Cañadillas, doscientas y cinquenta en las praderas desde el mojón de Alvaráñez hasta el via crucis en que se yncluien ocho almudes del aguadero que tienen los ganados en la Fuente Vieja y los veinte y ocho almudes restantes que ocupan las cuestas del Cañizar y de la Choza, quqrenta almudes  que tiene la tierra propia de el concexo y está confinando con la Cañada de los ganados merinos y los ciento y treinta almudes que tienen los vezinos de esta referida villa, sembrados en tierras comunes y valdías que también linda con la misma Cañada y han cultivado por falta de tierra de cuio número tienen hechas las respectivas suertes que unidas unas y otras porciones componen las expresadas siete mill y trescientos almudes de tierra que ocupa el término de esta villa según y en la conformidad que llevan distinguido y a su saver y entender por el reconocimiento que han hecho de todo su distrito, y responden

11.- Tipos de frutos

... dijeron que sembrándose las tierras de el término de esta villa consisten sus frutos en trigo, cevada, centeno, abena, una corta porción de cáñamo, cañamones, calavazas, berzas, cevollas, lechugas. aluvias, nabos, garvanzos y almortas, y reponden

12.- Cantidad, calidad y variedad de frutos

... dijeron que sembrándose las tierras del término de esta villa, según llevan declarado y han hecho juicio les parece que de trigo en tierras de la primera calidad ocuparán doscientos y veinte almudes, los veinte de ella que producirán a siete almudes cada uno por ser quasi tierra de regadío, rebajado lo que se siembra cáñamo y cevada y los doscientos almudes producirán a cinco cada uno, ochocientos y catorce almudes que se sembrarán de trigo en tierra de segunda calidad que dará de sí cada almud de ciento sesenta y quatro, a quatro almudes, y las seiscientos cinquenta almudes restantes a tres almudes cada uno y en tierra de tercera calidad seiscientos  y doze almudes que producirá cada uno a dos almudes y la parece que según esta regulación y cosechas que se hazen de trigo, será la de esta villa incluso lo de los sacerdotes cinco mill almudes y de cevada se sembrará como quarenta y ocho almudes en tierras de primera calidad, que produzirá diez almudes cada uno por el benefizio que se le haze y vasura que se le hecha nouenta y quatro almudes y en tierra más ínfima y de la misma calidad treinta y quatro almudes que no producirán más que a seis almudes, por lo que consideran que la cosecha de esta expecie será regularmente mill quatrocientos y cinquenta almudes que la siembra de centeno se haze en tierra de segunda calidad y será ciento y sesenta almudes poco más o menos y cada uno da de sí a cinco almudes de esta expecie y el todo de la cosecha de esta expecie ochocientos almudes que se siembra en tierra de terzera calidad les parece será su extensión como ciento y veinte almudes y esto en años regulares produze cada uno seis almudes y el todo de la cosecha de auena en cada año será seiscientos almudes y que en este presente año se hallan sembrados ciento y treinta almudes de trigo por los vecinos de esta villa que tienen hechas suertes en la tierra realenga, donde dizen San Antonio que dista un quarto de legua de esta población que cada uno producirá tres almudes y los ciento y treinta trescientos y nobenta almudes, los quales son más augmento de cosecha de trigo a el año que le corresponde, dejándole el de descanso, no incluiéndose en estos almudes de tierra sembrada de todos granos como va dicho, la postura de azafrán y que en cada almud de tierra de sembradura de puño consideran se pondrán onze fanegas de ceuolla que venefiziado su fruto producirá dichas onze fanegas de ceuolla de postura en cada almud de tierra dos libras y media de azafrán seco, curado al sol con azeite por no acostumbrarse a coger este fruto tostado, que por hallarse más menoscabado en esta villa les parece que el todo de la cosecha será como de nobenta a cien libras de azafrán y en quanto a la siembra de garbanzos que también produze en tierra sin intermisión de hueco para sembrar cada almud de puño se necesita celemín y medio de éste dará de sí al año como quatro celemines de garvanzos, pues no pueden deponerlo con zerteza a causa de que desta expecie no se ha sembrado sino es una corta porción en esta villa y si fuese la siembra de almortas se necesitará para el almud de tierra, celemín y medio, y produzirá en cada un año tres almudes, que siendo año regular de cosecha de cáñamo será la que los vezinos de esta villa cinquenta arrovas y en cada almud de tierra cañamar se cojeran dos arrovas de cáñamo y cañamones, regularmente no salen más que la simiente a causa de la falta de aguas y vajos que se quedan por no alcanzar el riego y alzado este fruto si ay agua se siembra de nabos y si es cosecha regular de ellos da de si cada almud en el mismo año ocho arrovas concorta doferencia, esto por razón de que pasen mui delgados los nabos que se cojen en esta villa y el todo de la cosecha doscientas arrovas, y por lo que mira a la ortaliza que ay en los huertos cercados que consiste como llevan dicho en algunas calabazas, alubias, berzas, ceuollas, lechugas y de todo una corta porción respecto de que el bezino que lo tiene es solo para su casa no pueden decir con zerteza el producto de cada expecie a el año y solo si les parece que sin yncluir  los árboles que tengan los tales huertos se podrá repretar cada celemín de tierra puesto de ortaliza por ocho reales a el año y produzen sin yntermisión, y responden

Arrancacepas en el diccionario de Madoz (1850)



Arrancacepas, según el diccionario de Madoz

Datos de la localidad: 

Vecindad con ayuntamiento,en la provincia, administración de rentas Y diócesis de Cuenca (5 leguas), partido Judicial de Priego (3), audiencia territorial de Albacete (25), ciudad g. de Madrid (20)


SITUACIÓN.  En un valle formado por 2 cerros; le combaten los vientos del Este y Norte y su CLIMA es saludable.

CASAS: tiene 98 casas de 7 a 8 varas de altura, cuya cubierta es en unas de teja y en otras de tierra y están divididas en 6 calles y 1 plaza; casa consistorial, cárcel, depósito, escuela de primeras letras con unos 40 niños, dotada con 12 fanegas de trigo, iglesia  Parroquial, anejo de la de Bolliga, dedicada á San Gil Abad, y servida por un teniente; 3 ermitas en buen estado:la de la Asunción al Este del pueblo, la de la Caridad al Sur y la de San Roque al Oeste; hay además otras 2 arruinadas ,hay una fuente en la villa y 3 en el término cuyas aguas son saludables.

TERMINO: El término confina Por el Norte con el de Cañaveras (1/4 leguas), Este con los de Albalate v Torralba (1/2), Sur con el de Bolliga (3/4), y Oeste con el de Albarañez (1/8): abraza 7.000 almudes de tierra, de las cuales 5.165 están reducidas á cultivo, y son de primera clase 330, las 30 de riego y las demás de secano; 700 de segunda y 4.135 de tercera; le atraviesa 1 arroyuelo sin nombre; el terreno es bastante escabroso, y hay además 1.835 almudes que no se cultivan y están destinadas á pastos y baldíos; las labores se hacen con 15 pares de mulas y 20 de asnos; los caminos se hallan en bastante abandono, y se dirigen a los pueblos inmediatos.

CORREO: la correspondencia se recibe los lunes en la ciudad de Cuenca, y es conducida por un peatón asalariado, pagado por el pueblo.


PRODUCCIÓN:  Trigo, centeno, cebada, avena, alazor en grano y en flor, judías y otras legumbres, patatas, nabos, poco vino, aceite y azafrán, miel y cera; hay cría de ganado lanar y cerdoso; muy poca caza de liebres, conejos y perdices.


 POBLACIÓN  110 vecindad, 437 hab. Dedicados a la agricultura.

 CAPITAL PRODUCTIVO: 582.860 reales: IMPUESTOS  29.143 reales: importan los consumos 2.052 reales y 6 mrs.

 El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende á 2.000 reales. Y se cubren con 1.000 reales que produce  1 horno de poya, 500 las tierras de propios, y lo restante por repartimiento vecinal.

Catastro Ensenada. Arrancacepas (1753): tierras y plantíos

Catastro de Ensenada. Arrancacepas (continuación)

4.- Tipos de tierra

... dijeron que a excepción de algunos huertos que se hallan cercados y siruen para tener ortaliza y otra corta porción de tierra que según la cantidad de agua se siembra cáñamo, lo demás del terreno que ocupa el término de esta villa está reducido a tierras de secano, primera, segunda y terzera calidad, y que en estas tres clases de tierra no produze ninguno más fruto que el del trigo, cevada, centeno y avena, excepto si subcede sembrarla de almorta, de garvanzos, o si se hallan puestas de azafrán, plantío de viñas, olivas u otros árboles frutales que en este caso producen sin intermisión pero no subcediendo en la manera referida tienen dichas tierras un año de descanso que es el de baruechera y algunas de la segunda y terzera calidad se suelen dejar descansar dos años para continuar en su cultiuo por su mala situación, montuosas y pedregosas, que se hallan y por esta misma razón están incultas muchas tierras en el monte que dicen de Arriva, de cuio número se ha alzado la leña de carrasca y otras fustes que produze, evideciándose que toda la tierra que ocupa dicho monte es propia de los vecinos y heredados que por la falta de labores y ruina de este pueblo las han dejado de cultivar y lo mismo subcede en el monte carrascal, hueco, que dizen el Montecillo y la Dehesa Boalax es propia de esta villa, se halla amoxonada y sirue para pasto de los ganados de la labor y algunos años, quando subcede haver obligado de carnes, se le alargan sus pastos para engordadero de el ganado que se consume y la demás tierra de dichos dos montes de Arriva y monte de Avajo que produze yerva, con la de otras tierras que están incultas por desidia de sus dueños o imposiuilidad de su cultivo por lo barrancosas y pedregosas se pastan todas con los cortos ganados de lana que tienen los vecinos desta villa y los de los pueblos circumbecinos que tienen comunidad de pastos en ellos, como comprehendidos en el suelo de la ciudad de Cuenca, y responden

5.- Calidades de la tierra

... dijeron que en las expecies de tierras que llevan rferidas no ai más calidades que buena, mediana e ínfima con la diferencia expresada de regadío, secano, y plantío hecho en ellas, y responden

6.- Tipos de árboles

... dijeron que el plantío de árboles de este término consiste en algunos pocos frutales que se hallan en las huertas cercadas como son ziruelos, cermeños, nogueras y algunos de estos están en las tierras, bien en su intermedio como en las orillas, ya sean propias de dichos vecinos como realengas, y el plantío de olivos y viñas se halla echo en tierras de segunda y terzera calidad, y en las de primera de regadío, ai algunas vimbreras puestas en sus orillas que producen todos los años, y responden

7.- Tierras con árboles

...dijeron que dicho plantío de olivas y viñas se alla hecho como dejan referido en tierras de secano de segunda y terzera calidad y en esta última la maior parte de ellos porque se presereserva las tierras de primera calidad y segunda para la simentera de trigo, cevada, centeno y demás semillas, y responden

8.- Plantíos

... dijeron que dichos plantíos se hallan a saver los frutales en los huertos de hortalizas y otras tierras, unas a las márgenes, y otros, en su intermedio, y lo mismo subcede con las nogueras y cermeños y mucha parte de las olivas y viñas se hallan dispersas con las tierras sin estar puestas arregla de forma que se encontrarán en algunos mui pocos pies, y la tierra desocupada, sirue para sombrarse según su calidad, y amplitud que tenga, y rsponden


1653: Arrancacepas pasa a ser villa de señorío

El 15 de diciembre de 1653, Arrancacepas deja de ser una villa bajo jurisdicción de la Corona y, perdiendo su independencia, pasa a ser villa de señorío.

Ese día el II marqués de Mortara, Francisco María de Orozco Ribera Pereira, en recompensa por sus servicios a la Corona en la guerra de Cataluña, compra el que será conocido como el señorío de las siete villas en el Obispado de Cuenca, y que pervivirá hasta el final del Antiguo Régimen. Dicho señorío lo compondrán los siguientes pueblos:
  • Arrancacepas
  • Albalate de las Nogueras
  • Villaconejos del Trabaque
  • Fuentesbuenas
  • Bolliga
  • Castillo de Albaráñez
  • Villar de Domingo García
Los derechos adquiridos sobre la villa por el II marqués de Mortara fueron la jurisdicción civil y criminal, mero y mixto imperio, señorío y vasallaje. De los derechos de este señor sobre el pueblo tenemos información en la respuesta segunda del Catastro de Ensenada.

La pérdida de la condición real de la villa de Arrancacepas, tiene la contrapartida histórica que hoy se nos conserva documentación histórica del pueblo en el ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, SECCIÓN NOBLEZA, sito en Toledo; concretamente en la casa nobiliaria del Duque de Fernán Nuñez, donde hay una relación desde mediados del siglo XVII de la elección de oficios municipales de las siete villas mencionadas.