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viernes, 19 de enero de 2024

Los Aranguren, canteros vascos en tierras de Moya

 Lope, Ochoa y Juan de Aranguren eran tres hermanos residentes y avecindados en Tejadillos, en el marquesado de Moya, pero para los moradores del pueblo eran "forasteros y hombres trabajadores menestrales que andaban vagando trabajando" contratados como oficiales de cantería. La presencia de los Aranguren en el marquesado de Moya se remontaba a comienzos de siglo, cuando llegó el padre Juancho de Aranguren. De la familia se conocía también al abuelo, Ochoa Ruiz de Aranguren, y su mujer María Ochoa de Gatica. Juancho se ganaba la vida dando a fiado lienzos y telas que traía desde Vizcaya, alternando este oficio de tratante con su habilidad como cantero para edificar casas en los pueblos. Juancho vino atraído por el crecimiento demográfico de estas tierras; los testimonios ya atribuían a Tejadillos un centenar de vecinos a comienzos de siglo (113, según el censo de 1528). A Juancho le ayudaba su hijo mayor Domingo, aunque este acabaría quedándose en Vizcaya, mientras que otros dos hijos, Lope y Ochoa, sustituían a su hermano mayor en la compañía de su padre. Juancho moriría en Tejadillos, mientras que sus dos hijos fijaban su vecindad en el pueblo y se traían a otro hermano menor, llamado Juan, desde Vizcaya. A los Aranguren les costó romper con su tierra, el padre Juancho, casado dos veces, nunca se trajo con él a sus dos mujeres (una de ellas, Catalina de Imizueta), y al igual que sus dos hijos viajaba a Vizcaya largas temporadas. El origen del apellido familiar estaba en la casa solar de Aranguren de la que tomaban el apellido, desde el abuelo, en la anteiglesia de Zaldívar, en la merindad de Durango, si bien Juancho había tomado vecindad al casarse en Ermua, en la calle de Somera.

Aranguren no era un caso aislado, otros vascos habían llegado a Tejadillos a comienzos de siglo. Pedro de Garay, que hacia 1560 tenía ochenta años, se había ganado la vida como cardador en este lugar, tras su llegada desde Vizcaya. Al parecer, el mismo Juancho había ejercido también el oficio de pelaire, oficio que compartía un vecino suyo de Ermua, llamado Martín García de Irigoyen, que solía pasar por Tejadillos, camino del Reino de Valencia


ACHGR, HIDALGUÍAS, sign. ant. 301-35-1

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