Cuenca como la primera ciudad que traicionó las Comunidades, Cuenca como la primera ciudad perdonada un 23 de marzo de 1521 por los gobernadores del Reino. Cuenca, presa de la lucha de bandos nobiliarios entre Hurtado de Mendoza y Carrillo Albornoz. Cuenca siempre quieta, menospreciadora de cualquier movimiento comunero insurgente, condenando a la mera leyenda los actos violentos.
Ignacio de la Rosa Ferrer: Historia de Arrancacepas
cruz
domingo, 9 de mayo de 2021
Repensar las Comunidades de Castilla en Cuenca y su Tierra
domingo, 28 de febrero de 2021
SOBRE EL SER DE LOS LABRADORES Y DE LOS CASTELLANOS
SOBRE EL SER DE LOS LABRADORES Y DE LOS CASTELLANOS
domingo, 14 de febrero de 2021
Casas concejo de Cuenca 1464
LAS CASAS DEL CONCEJO DE CUENCA (1464)
sábado, 13 de febrero de 2021
CAPILLA DE SAN ANDRÉS O DE LOS CABRERA EN CATEDRAL DE CUENCA
ASIENTO Y CONCORDIA ENTRE EL DEÁN Y CABILDO DE LA CATEDRAL
DE CUENCA CON EL MARQUÉS DE MOYA SOBRE LA CAPILLA QUE SE EDIFICA EN EL TRASCORO
NUEVO (24 ABRIL DE 1489)
Por quanto los rreverendos señores dean e cabido de la iglesia
de Cuenca con deliberaçión e acuerdo que entre sí ouieron e con actoridad e
liçençia del señor obispo señalaron un lugar e sitio en la dicha iglesia en el
trascoro que agora se hedifica detrás del altar mayor e a las espaldas dél en
el qual dicho sitio yo don Andrés de Cabrera marqués de Moya señor de los
lugares e tierras de los seysmos de Valdemoro e Casarruuios mandase hedificar e
hedificase una capilla so la advocaçión del bienaventurado apóstol señor Sant
Andrés a mi costa en la qual capilla y e la marquesa e nuestros deçedientes
puedan ser trasladados los huesos de mis padres que santa gloria ayan e de mis
hermanos e hermanas ya defuntos en la qual se puedan sepultar todos mis
hermanos que oy biven e sus deçedientes los que yo quisiere e segund que yo lo
ordenare e de otras qualesquier personas que yo quisiere… podamos mandar fazer
y fagamos los bultos e finestras con los escudos de nuestras armas
ACC, I, caja 45, nº 15
domingo, 31 de enero de 2021
INCENDIO DE LA CALLE PELLEJERÍA DE CUENCA EN 1500
Sobre el incendio de Cuenca de febrero de 1500
“Sepades que Hernando de Valera vesino desa dicha çibdad nos
hiso rrelaçión por su petición disyendo que por atajar un grand fuego que se
ençendió en esa dicha çibdad puede aver seys meses (los hechos se están
narrando el 13 de septiembre de 1500 en la calle que dicen la Pellijería que es
la principal calle desa dicha çibdad le fueron derribadas unas casas suyas de
que rresçibió grand daño” (1)
En realidad, las casas de Hernando de Valera no se habían
quemado, pero fueron derribadas por el concejo a posteriori,
“e dis que se quemaron unas casas de Diego del Espynar e dis
que por el rreçelo del fuego por mandado de la justiçia e rregidores desa dicha
çibdad le derribaron unas casas suyas que él tenía en la dicha calle cerca de
la casa donde se aprendió el dicho fuego en lo qual dis que perdió más de treynta
mill mrs. “ (2)
No era el único, pues a consecuencia de dicho incendio se
derribaron las casas de Álvaro de Becerril (padre del platero Francisco de
Becerril y afincado en Cuenca desde 1485), que nos situaba el momento del
incendio, nos informa de las muertes, Diego de Espinar y una moza, e insiste en la calle de la Pellejería como la
principal de Cuenca en aquellas fechas
“que en un día del mes de hebrero deste presente año (1500)
se inçendió un fuego muy grande en la dicha çibdad en la calle de la Pellegería
que es la más prinçipal calle della e se quemaron unas casas de Diego de Espinar
en la qual dis que se avían quemado él y una casa suya e una moça” (3)
También se derribaron las casas de Juan de Medina y García de
Valera, que juntamente, cifraban los daños en sesenta mil maravedíes (4). Es
curiosa esta tasación de las casas, pues en la Mancha conquense por la misma
época se valoraban las casas en cuarenta mil mrs., diez mil más.
(1)
Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150009, 179
(2)
Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150003,
295
(3)
Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150003,
294
(4)
Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150003,
296
LA PLAZA MAYOR DE CUENCA EN 1492
SOBRE LA ESTRECHEZ DE LA PLAZA MAYOR DE CUENCA EN 1492
“A causa de estar la dicha çibdat muy arriscada dis que la
plaça es muy pequeña e que a causa dello algunos vezinos de la dicha çibdat que
tenían solares junto con la dicha plaça no les consienten faser casas en ellos
nin se fizieren saluo unos tanbarillos baxos syn solado e que agora de poco acá
que el comendador Pero Xuares del Castillo dis que mercó los dichos solares e
que con fauores que para ello tovo en perjuyzio de la dicha çibdad e vesinos
della dis que hedificó en ellos quatro pares de casas con sus salidas e que
ansymismo conpró otra casa de la otra parte de la plaça la qual dis que se cayó
e que después sobre ello la çibdat tiene fecha con el dicho comendador e que a
causa de la dicha estrecheza de las calles que le an rrogado para alargallas que
venda la dicha casa e que tome lo que le costó e que el dicho comendador no lo
a querido nin lo quiere hazer poniendo a ello sus estresas e dilaçiones e qu sy
asy pasase la dicha çibdat rreçebiría mucho agrauio”
Archivo General de Simancas, RGS,LEG,149204,167
FIESTAS Y TOROS EN CUENCA EN 1493
Archivo General de Simancas, RGS,LEG,149305,103
Toros en Cuenca, 1497
La plaza de toros de Cuenca en el siglo XV, según los documentos de la época (1497)
Archivo General de Simancas, RGS,LEG,149702,96
Archivo General de Simancas, RGS,LEG,149601,81
sábado, 30 de enero de 2021
Cuenca, Medina del Campo y los genoveses: un caso de 1508
Pleito entre Jacobo Caser, genovés asentado en Cuenca, y el mercader Gonzalo de Córdoba, vecino de Alcalá de Henares, y Bernardino del Arco su fiador, vecino de Guadalajara.
El contencioso venía por una obligación contraída por Gonzalo de Córdoba con Agustín, padre de Jacobo, y el propio hijo, por valor de 65600 maravedíes en razón de una compra de “cierta mercaduría”. La operación comercial se había cerrado en la feria de Medina de Campo y el pago tomaba la forma de letra de cambio a pagar tiempo después, y es de suponer que en Guadalajara o cualquiera de las ferias cercanas como la de Mondéjar, quizás. El caso es que Gonzalo de Córdoba no había hecho frente a la totalidad del pago y debía aún 24130 mrs.
Muestra de lo difícil que era hacer negocios en la Castilla
del siglo XVI es la complejidad que adquirió el pleito: Jacobo Caser acudió hasta
la justicia ordinaria de Guadalajara para recuperar su dinero; sus alcaldes
ordinarios ordenaron la ejecución de bienes de Gonzalo de Córdoba por impago,
pero este alegó que era vecino de Alcalá de Henares, que escapaba a la
jurisdicción ordinaria de los alcaldes de Guadalajara y que cualquier ejecución
que se hiciera sobre unas viñas que poseía en Guadalajara debía hacerse por la justicia
de Alcalá. Así el que debía responder era el fiador Bernardino del Arco, que, a
su vez, negándose a que se hiciera ejecución sobre unos paños, alegó que era
hidalgo y como tal no se podía hacer ejecución alguna sobre su persona, pues “era
hijodalgo de padre y abuelo y no podía ser preso”. Tal hidalguía de fuero de
Castilla no le impedía ejercer como mercader de paños, adaptándose a los nuevos
tiempos y deseos propios de enriquecimientos.
Mientras nuestro mercader Jacobo Caser, en sus idas y venidas
entre su residencia de Cuenca y búsqueda de justicia en Guadalajara enfurecía
ante el laberinto cretense de la justicia castellana. Sabiendo que el trato se
había formalizado en Medina del Campo y que los deudores eran vecinos al norte del
Tajo acudió a la Chancillería de Valladolid, por supuesto negando cualquier vecindad
en Cuenca, pues era simple estante a la sazón por motivos comerciales y
sabiendo que cualquier reconocimiento de vecindad en esta ciudad podía derivar
el asunto a la Chancillería de Granada. En estos tiempos, los asuntos al norte
del Tajo se entendían en Valladolid, al sur, en Granada.
Mientras nuestro genovés trataba de entender el galimatías
de la justicia castellana, los dos mercaderes castellanos andaban sueltos o, en
términos jurídicos, en rebeldía. Esta palabra se repite hasta la saciedad en
los pleitos, simple expresión para calificar a cualquier bribón que, conocedor
de las mismas, era capaz de escapar de la confusión de jurisdicciones
castellanas. Por supuesto, la Chancillería de Valladolid sentenció a favor del
genovés, pero, aunque el pleito no lo dice, la ejecución de bienes para el pago
de deudas correspondería de nuevo a las justicias locales.
Son muchos los testimonios de genoveses asentados en Cuenca
en el último cuarto del siglo XV y en el siglo XVI. Estas redes de compañías modernas
de mercaderes que tenían como centro de intercambios las ferias de Medina del
Campo se mantendrán, a pesar de todo, hasta el último cuarto del siglo XVI. Es
entonces, cuando la ciudad de Cuenca en un célebre
memorial de 1582 (al menos para mí) se queje:
“e que de las ferias de Vizenzon, e Leon de Françia e
Amberes solo cambien para las ferias de Medina del Campo, Villalón e Ruiseco e
no para Alcalá y Madrid”(1)
La denuncia tenía su sentido, pues Madrid y Alcalá serán
plazas donde asiduamente acudan los mercaderes conversos portugueses que
enlazan nuevas rutas con los Países Bajos, haciendo de Lisboa nuevo centro de
operaciones o de los puertos del Cantábrico, en especial, Bilbao, puerto de
descarga de mercancías extranjeras, ajeno a las viejas ferias vallisoletanas.
Y así, mientras aficionadamente intentó localizar algún
mercader genovés en la Mancha conquense, dejó al mundo académico que, con sus
estudios, intente dejar a la ciudad de Cuenca en la Historia económica de
España como se merece
(1)
AGS, CCA, DIV, 10, 69. Parecer de la ciudad de Cuenca
sobre las ferias de Medina del Campo. 1582
jueves, 28 de enero de 2021
Mercaderes y conversos en Cuenca en 1474
Los hermanos Juan y Luis Madrid eran tratantes de lana conquenses, tenían sociedad formada con un mercader genovés Antonio Macalufo, afincado en Cuenca. En 1474 habían formado compañía para la compra y exportación de lana a Italia, con aportaciones de capitales a partes iguales a la sociedad; las ganancias también irían a partes iguales.
Antonio Macalufo había comprado a Mose Mayor, un judío de Ocaña, mil arrobas de lana por un precio de 220000 maravedíes. El caso es que el genovés, que seguramente había dejado de pagar una parte de la compra, comprometida con el dinero que le harían llegar sus deudores, fue incapaz de pagar los 96960 maravedíes que de la parte de ganancias y reventa de la lana había de recibir sus socios, los hermanos Madrid. En buena lógica, el genovés para no hacer frente a sus pagos se había ausentado de la ciudad, pero en estos casos de formación de compañías societarias, cada integrante respondía en caso de deudas o quiebra personalmente y caso de no poder hacerlo con unos fiadores que respondían por él.
Los fiadores de Macalufo nos internan en los entresijos del negocio de la lana en la ciudad de Cuenca, como tales actuaron una serie de apellidos, algunos de ellos del mundo converso al igual que los hermanos Madrid: Francisco de Reillo, mercader, Juan de Cuenca, mesonero, Alonso de Sanrromán, tintorero, Fernando de Villarreal, mercader, Alonso de Molina, tintorero. El pleito se prolongaba allá por 1488.
Ejecutoria del pleito litigado por Luis de Madrid con Antonio Macalufo, mercader genovés, vecinos de Cuenca, sobre pago de cierta cantidad procedentes de la compañía que ambos tuvieron para el comercio de lana
Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, REGISTRO DE EJECUTORIAS,CAJA 12,32
domingo, 17 de enero de 2021
Diego y Alonso del Castillo, Huete, 1572
Según el concejo de Huete, en 1572:
los hermanos Diego y Alonso del Castillo son pecheros, pues son hijos de Vasco del Castillo, que a su vez era hijo de Alonso del Castillo. Este Alonso era hermano legítimo de Diego y Hernando del Castillo, los cuales litigaron su hidalguía en Granada y la perdieron frente al concejo de Huete.
achgr. hidalguías. 504-580-8
sábado, 16 de enero de 2021
Gaspar y Alonso Salcedo, vecinos de Huete
El pleito de Gaspar y Alonso Salcedo con el concejo de Huete se remontaba a1534, pero la primera sentencia definitiva llegó el 26 de abril de 1540, declarando pecheros y negando la hidalguía a los dos hermanos. La sentencia sería confirmada el 28 de noviembre de 1542 y el 31 de julio de 1543
(ahchgr, hidalguías, 304-581-199)
Sus descendientes, Pedro y Diego de Salcedo, afincado en Cañaveruelas, aldea de la ciudad de Huete, conseguirían la hidalguía el 20 de febrero de 1581 y la ejecutoria cuatro años después, 4 de marzo de 1585.
(ACHGR. HIDALGUÍAS, 304, 71-7)
Pedro de Salcedo había sido regidor por los caballeros y escuderos de la ciudad de Huete y uno de sus veinte, había desempeñado el cargo de alcaide de la fortaleza, en nombre del guarda mayor de la ciudad, por don Diego de Mendoza. Conseguido el poder, buscó el reconocimiento social de sus convecinos con una carta de hidalguía. Hizo valer sus orígenes en el valle de Salcedo en las Montañas, en el lugar de Hondazarros . Hijo de Pedro de Salcedo y Catalina de Bolívar y nieto de Pedro Sánchez de Salcedo y Sancha de Arenaza.
La salida de Pedro Salcedo de Hondazarros se debió producir de muchacho, obligado por la temprana muerte de su padre. Tal vez, el hecho de que acudiera a Huete tenga que ver con la presencia en esta ciudad desde comienzos de siglo de sus familiares Gaspar y Alonso de Salcedo, que había luchado con el concejo de la ciudad por su hidalguía, sin conseguirla, aunque creemos que Pedro les antecedió en Huete. El acceso a los oficios del concejo, junto a los hidalgos, no era prohibitivo para cualquier advenedizo que tuviera el dinero para comprar armas y caballo e integrarse junto a los caballeros y escuderos de la villa. La expresión exterior de esta hidalguía era participar en los ayuntamientos cerrados de hidalgos para elegir bien alcalde de la hermandad por este estado o bien procurador. Pedro de Slacedo el viejo conseguiría ejecutoria de hidalguía el trece de octubre 1518 o al menos se conservaba tiempo después traslado expedido por el escribano de Huete Rodrigo del Castillo.
Sus nietos, Pedro y su hermano Diego hicieron valer la hidalguía ganada por su abuelo ante el concejo del lugar de Cañaveruelas un 23 de agosto de 1581. Era alcalde del dicho lugar Juan de Torronteras y regidores perpetuos Gabriel Martínez y Pedro Martínez, como jurado Pedro de Torronteras; el concejo de Cañaveruelas se negó a reconocer por ejecutoria lo que era un traslado de una carta del escribano de Huete, Rodrigo del Castillo.
En defensa de los Salcedo, acudieron hidalgos como Bernardino Méndez de Parada y Juan Sánchez de la Calzadilla, naturales e hidalgos de Huete. Poco recordaban de la genealogía de las Montañas y el lugar de Hondazarros. Parada conocía de niños a Pedro y a su hermano Diego, desde niños moradores en el lugar de Cañaveruelas, donde la familia. Diego y Pedro eran hijos de Diego de Salas y Salcedo y Catalina de la Torre. Diego de Salas era hijo de Pedro de Salcedo y María Manuel de Salas, el abuelo Pedro había sido alcaide de la ciudad de Huete. Un hermano de Diego de Salas, llamado Pedro, tenía fama de aventurero, pues había abandonado el hogar familiar para ir primero a Italia y luego afincarse en Francia.
La tercera generación, Pedro y Diego, afincados en sus casas y haciendas de Huete y su lugar de Cañaveruelas, casarían con dos hermanas, Ana y Maaría Blancos, respectivamente. Del primer matrimonio nacieron Pedro y Diego; del segundo, Francisco.
(ACHGR. HIDALGUÍAS, 304, 71-8 y 16)
sábado, 26 de diciembre de 2020
¿Se repobló Olmedilla de Éliz desde Arrancacepas?
Nuestra historia comienza con Juan de la Fuente, vecino de Canalejas, y tenido por hidalgo (un escudero al servicio de un caballero de Canalejas llamado Perafán), que habiendo puesto los ojos en una vecina de Olmedilla de Éliz, llamada Juana Hernández se la robo a su marido en él último cuarto del siglo XV. Es difícil saber lo que pasó, pues los testimonios que nos han quedado son favorables a Juan de la Fuente, pero este, tras hacer amistad con Juana, se debió llevar a la moza a Guadalajara, robándosela a su marido, procreando un hijo y consiguiendo casarse con ella tras anular en 1496 el matrimonio en Cuenca. Juan de la Fuente y Juana Hernández se instalarían en Canalejas con su hijo García de la Fuente.
Juana Hernández era hija de un vasco, establecido en Cañaveras y llamado Sancho Hernández Vizcaíno. Según su versión, había sido raptada por un vecino de Arrancacepas, llamado Pedro Martínez Torote, sacada de su casa en una acción violenta de Pedro y otros compinches armados y obligada a casarse con el susodicho Torote. Al menos esa era la versión que se dio de los hechos para anular el matrimonio.
Más allá de la anécdota, la historia nos deja ver una villa de Arrancacepas en plena expansión en la segunda mitad del siglo XV a costa de aldeas vecinas, despobladas desde comienzos de ese siglo. Quizás porque entonces estaba en la órbita de una villa señorial como Cañaveras y antes de defender a fines de siglo su condición de realengo, como parte integrante de la Tierra de Cuenca. Sabemos que una de las familias de Arrancacepas, los Moreno, que actuaban como procuradores del sexmo de Torralba, habían iniciado una colonización de las tierras de Castillo de Albaráñez en la década de 1490, que, seguramente, el establecimiento de vecinos de Arrancacepas en Olmedilla de Éliz tuvo lugar unas décadas antes, de los que el tal Torote fue uno más de esos vecinos limítrofes que acudieron en busca de tierra a repoblar la Olmedilla. Si es así, quizás hemos de pensar que las familias se formaban con la misma violencia que se roturaba la tierra y que el rapto de Juana por Torote no es una idea descabellada.
De la repoblación de Olmedilla de Éliz, despoblada a comienzos del siglo XV, tenemos constancia desde mediados de esa centuria. En 1454, un vecino principal de Huete, Hernán Carrillo, vende unos molinos llamados Nuevos en la ribera del Júcar, en la Mancha, para centrarse en la explotación de unas propiedades en Olmedilla de Éliz.
ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. HIDALGUÍAS. Juan y García de la Fuente. Año 1502. Signatura antigua 302-255-2
viernes, 25 de diciembre de 2020
Sobre el empedrado de las calles de Cuenca (1499)
Andrés de Ávila, en nonbre e como procurador de la comunidad
desa dicha cibdad nos fiso relación por su petición ecétera disiendo que a
pedimento de algunos regidores e personas partyculares desa dicha cibdad fue
ganada una nuestra carta e prouisión por la qual dis que mandamos que se
enpedrasen las calles desa dicha cibdad diciendo que hera lodosa e trabajosa de
andar en ynvierno a cabsa de lo qual dis que heran las casas muy húmidas e
dolientes e que la una parte de lo que costase a enpedrar se pagase de los
propios desa dicha cibdad e sy aquello no bastase se echase en sysa e las otras dos partes pagasen los dueños de
las casas donde se fisiese lo enpedrado e que el licenciado Aluaro de Porras nuestro
juez de rresydencia desa dicha cibdad antes que la dicha nuestra carta e
prouisión fuese ganada por los susodichos dis que mandó enpedrar cierta parte
de una calle que se llama la Pellijería e que como la nuestra carta e prouisión
fue presentada dis que mandó se empedrase a los vesinos de la dicha calle e que
por parte de la dicha comunidad fue suplicado de la dicha nuestra carta e
prouisión disyendo que no fue ganada con rrelación verdadera porque la petyción
dis que no se fiso de consentimiento de los vuestros estados antes dis que por
la dicha comunydad fue contradicho e que enbargante contradición dis que parte
de los dichos regidores con la justicia de la dicha cibdad ordenaron la dicha petyción e hisieron mensaje
para lo solicitar en nuestra corte por ende que se presentase e presentó ante nos
en grado a la dicha suplicación e dixo que la dicha carta que asy mandamos dar
para enpedrar esa dicha cibdad que la mandásemos rreuocar por muchas rrasones
porque esa dicha cibdad está en syerra e toda ella poblada en cuestas e sy se oviesen de enpedrar no podrían andar las
bestias por las calles ni les traherían mantenimientos segund es fragosa e puesta
e asentada sobre peña e que mandásemos cesar el dicho enpedrar pues que esa
dicha cibdad no tenía necesidad ni tanpoco tenía dispusición para averse de enpedrar
pues avía en ello tantos ynconvinientes e hera en perjuisio e agrauio desa
dicha cibdad e vesinos della.
Archivo General de
Simancas, RGS,LEG,149901,6
lunes, 21 de diciembre de 2020
Memorial del lugar de (Do)Mingo García a SM para que se le concediese el término de Villalvilla, en tierra de Cuenca, que se había enajenado en favor de Alonso Pacheco (s. XVI)
Memorial del lugar de (Do)Mingo García a SM para que se le concediese el término de Villalvilla, en tierra de Cuenca, que se había enajenado en favor de Alonso Pacheco (s. XVI)
sábado, 25 de abril de 2020
Breve noticia de reformas en la Iglesia de Arrancacepas
ARCHIVO DIOCESANO DE CUENCA, Leg. 1146-18
sábado, 31 de agosto de 2019
La hacienda de la viuda Teresa Cañizares, vecina de Cuenca. Año 1500
Contamos con la declaración de tres personas principales de la ciudad para conocer dicho patrimonio:
- Raxel de Soto, vecino de Cuenca
- Juan Veles, vecino de Cuenca
- Alfonso del Castillo, vecino de Cuenca
- Unas casas dentro del Alcázar de Cuenca, lindan con otras casas de la misma Teresa Cañizares y del canónigo Gregorio, su valor es de 60.000 mrs.; propiedad de siete años a esta parte
- Otras casas colindantes de 20.000 mrs.
- Juan Veles nos dice que le valor de ambas casas es de 120.000 mrs. en total (Alonso Castillo eleva el valor de las casas hasta 135.000 mrs.) y que son colindantes de Valera, mayordomo de la marquesa y de Albornoz
- En la cañada que es de Juan Hurtado de Mendoza, unas tierras de pan llevar, su valor de 30.000 mrs, propiedad de su marido
- Unas tierras de pan llevar en los Oteros, y un molino, su valor de setenta mil mrs a ochenta mil mrs.
- Ciertos maravedies de las tercias del marquesado que se adeudaban a su difunto marido
- Los bienes que le correspondían de la parte de su padre, que ha empleado en la formación de uno de sus hijos que es bachiller; los otros tres están casados y una hija es beata
lunes, 26 de agosto de 2019
Vuestra merced recibirá el corazón y no el don
Francisco de Orozco, I marqués de Mortara |
Eran tan buenos vasallos estos de Arrancacepas como socarrones: se desprendían en parabienes y buenas palabras, pero hacían honor a ese carácter huraño y orgulloso del alcarreño, que mal tolera que los demás metan sus narices en la pequeña hacienda propia, conseguida con tanto sudor. Ya se sabe del alcarreño, no se envidia lo ajeno, sencillamente se sobrevalora lo propio, en la seguridad de la certeza del viejo dicho castellano de que "naide es más que naide".
Aplicando estos principios en 1659, dieron cuenta en su respuesta al marqués del carácter alcarreño con una lapidaria frase:
Vuestra merced recibirá el corazón y no el don.
Holgariamonos infinito halle a vuestra excelencia con muy entera salud como los de este ayuntamiento, deseamos se la dé Dios a vuestra merced las elecciones de justicia para este años de 59, y con ellos una mísera que son cuatro pares de perdices y uno de capones, quisiéramos que fueran millar. En fin, recibirá vuestra merced el corazón y no el don, que la pobreza de la villa y falta de frutos nos hace ser cortos por las desgracias que le han sucedido (13 de enero de 1659)
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL. NOBLEZA. FERNÁN NÚÑEZ. Leg. 994-1, nº 309